SAN TEODORO DE AMASEA, Patrono de las Tropas Mecanizadas

Por la Escuela de Infantería

INTRODUCCIÓN

Las Tropas Mecanizadas del Ejército Argentino tienen una tradición e historia en la Fuerza de casi 80 años, si se considera como fecha de creación de estas tropas la fecha en la cual se creó la Escuela de Tropas Mecanizadas: el 15 de diciembre de 1943. En realidad, los primeros vehículos mecanizados que se recibieron fueron los automóviles blindados Crossley en el año 1924. Aún así, no se puede afirmar que el espíritu de las tropas mecanizadas comenzara con esta incorporación tecnológica. Ahora bien, en este período de tiempo nunca se había pensado en proporcionarle a las Tropas Mecanizados un Santo Patrono que las aglutinara y bajo cuya advocación y protección se prepararan para combatir. El día 04 de diciembre del año 2020, el Obispo Castrense, notando esa carencia, decretó que se designara a San Teodoro de Amasea como Santo Patrono y Protector de las Tropas Mecanizadas y por medio del presente artículo se pretende presentar y dar a conocer su vida y su obra.

DESARROLLO

Entendiendo que esta especialidad del Ejército Argentino se caracteriza por el combate cercano y directo con el enemigo, desde el vehículo blindado o a pié, se procuró investigar la vida de Soldados Santos que hubieran servido valientemente en organizaciones militares que se caracterizaran por pelear empleando el fuego, el choque y la maniobra, tanto en el combate embarcado como desembarcado.

Las primeras aproximaciones sugirieron investigar soldados legionarios1, martirizados por Cristo o que hubieran tenido una vida ejemplar que los llevara a la santidad. En esa idea, fueron estudiados grandes santos, de la talla de San Expedito, San Mauricio, San Martín de Tours, San Mercurio y San Víctor de Marsella. Todos ellos legionarios romanos de distinta jerarquía y linaje que murieron martirizados por defender la Fe. Pero es la figura de San Teodoro de Amasea la que condensa las virtudes, el espíritu guerrero y la muerte heroica de las tropas mecanizadas.

Entre los mártires a quienes se honra con el título de “megalomártir”2 se distingue san Teodoro de Amasea3, apodado Tiro (el Recluta). San Teodoro de Amasea, santo bizantino y guerrero, es tradicionalmente considerado un santo patrono de los soldados y ejércitos y protector en el combate. La leyenda lo presenta como un caballero armado, al igual que San Jorge, pero que monta un caballo rojo, a diferencia de éste que lo monta de color blanco.

Siendo soldado de infantería legionaria, durante un patrullaje a orillas del Río Iris, su caballo fue atacado por una de las más peligrosas amenazas que abundaban en esa región: el cocodrilo. Éste es un animal agresivo, rápido, que se mimetiza con el terreno, con alto poder destructivo por medio de su mandíbula y su cola, que puede moverse en la tierra y en el agua con la misma velocidad y que está revestido de escamas de queratina y placas óseas (conocida como “escudo”) como defensa externa y evitar heridas en peleas con otros animales salvajes. Tal era el tamaño del cocodrilo contra el que debió pelear, que la iconografía y tradición religiosa le atribuye el haber matado un dragón, al igual que San Jorge. 

Ese combate desigual entre un soldado a pié, con su lanza y escudo, contra un cocodrilo gigante es una perfecta comparación con la tarea que hoy en día realizan las tropas mecanizadas en el combate contra los blindados enemigos, desplazándose embarcadas para realizar la maniobra y combatiendo inicialmente desde el vehículo para posteriormente y desembarcar y continuar la pelea a pié, hasta lograr su completa destrucción. Pero su santidad y protectorado no finalizan en esta desigual pelea sino que allí comienza…

Originario de Oriente, Teodoro nació en un pueblo romano ubicado entre Siria y Armenia, a finales del siglo III. Muy joven se alistó en el ejército romano y fue destinado a Tyro. Posteriormente, junto a la Legión que integraba, fue transferido a los cuarteles de invierno en la ciudad de Amasea, en la provincia de Panonia (Región de Asia Menor, actual Turquía).

Estando acantonados en ese lugar, los emperadores Galerio y Maximiano publicaron sendos edictos de persecución a los cristianos, continuando la tarea iniciada por emperador Diocleciano4. También fue promulgado un edicto por el cual se ordenaba que los soldados de las legiones ofrecieran sacrificios a los dioses romanos. Teodoro, que era cristiano, se negó a hacerlo. Fue capturado y presentado al Gobernador de la provincia, quien lo interrogó. Teodoro le espetó al ser preguntado sobre su fe: – «No conozco a tus dioses. Jesucristo, el único hijo de Dios, es mi Dios. Golpéame, desgárrame o quémame; y si mis palabras te ofenden, córtame la lengua, pues cada parte de mi cuerpo está lista cuando Dios la pide como sacrificio».

Los jueces tuvieron piedad de él, pues era un joven soldado, conocido por su valentía al haber vencido a un cocodrilo de gran tamaño y con buen comportamiento como legionario y lo dejaron libre, con vistas a que sus compañeros le hicieran ver el error de arruinar su vida enfrentándose a los emperadores. Sin embargo, Teodoro al ser liberado, lejos de cambiar de actitud, entró de noche en el templo de Cibeles, que estaba situado en medio de la ciudad de Amasea, cerca del río Irisy lo prendió fuego, quedando reducido a escombros.

A raíz de ello fue apresado por segunda vez y llevado al Gobernador. Éste le ofreció perdonarlo y convertirlo en sacerdote de la diosa Cibeles, si ofrecía un sacrificio público en su honor. Al negarse a hacerlo, Teodoro fue reconducido al tribunal y los magistrados entones mandaron que fuera torturado con la pena del potro5, otros crueles tormentos y azotes. Durante esas torturas el santo mantuvo la paz y oraba. Al ver que no deponía su actitud de no abjurar la Fe cristiana fue enviado a prisión al borde de la muerte, para morir de hambre. Ahí, durante la oración, él fue consolado con la milagrosa aparición del Señor Jesús y otras reconfortantes visiones celestiales.

Poco tiempo después fue excarcelado con la única finalidad de obligarlo a abjurar a Cristo, por medio de nuevas torturas y desgarros corporales. Sin ser doblegado, el Gobernador le dictó la pena de muerte y fue condenado a morir carbonizado.  Sin ningún temor, San Teodoro subió a la hoguera y, orando y glorificando a Dios, entregó su alma.

El martirio ocurrió el 17 de febrero de 306. Su cuerpo fue sepultado en la ciudad Marcivan en Asia Menor (actual Irán). Más tarde sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla y posteriormente a Brindisi (Italia), donde es conservado en la catedral.

Fue proclamado santo de la cristiandad y designado como primer patrono de la ciudad de Venecia, donde se lo recuerda con la columna colocada en la plaza San Marcos sobre la cual está su estatua con armadura de guerrero, con un dragón a sus pies similar a un cocodrilo.

Las Iglesias Católicas de rito Oriental celebran su fiesta se celebra el 17 de febrero, día del martirio. El Martirologio Romano actual reconoce en el mártir san Teodoro de Amasea el núcleo de culto auténtico que subyace a la leyenda, y celebra su santoral el 9 de noviembre, aniversario del traslado de las reliquias a Brindisi.

CONCLUSIONES

San Teodoro de Amacena reúne todas las virtudes que caracterizan a las tropas mecanizadas y ya posee notoriedad como santo guerrero, protector de los combates. Integró las legiones romanas. Como tal, y por similitud a las tropas mecanizadas, combatía embarcado o a pié.

Posee el espíritu ofensivo, audacia y valor, evidenciado en su ataque a un enemigo desigual como lo era un cocodrilo gigante y el incendio del templo de Cibeles, incluso cuando las posibilidades de éxito eran remotas. Por similitud, las tropas mecanizadas combaten en inferioridad de condiciones a su mayor amenaza: los tanques enemigos y realizan operaciones profundas al corazón del dispositivo enemigo.

Demostró espíritu de sacrificio, resistencia y perseverancia: puso el cuerpo a los embates de la tortura, donde debió resistir los dolores para cumplir con su misión divina.  De manera similar, también las tropas mecanizadas prosiguen en su avance al objetivo final, por más que en ese movimiento sean atacadas y alcanzadas por esquirlas y fuego de armas de medio y bajo calibre y deban continuar con el personal herido a bordo, y los vehículos averiados, hasta cumplir con la misión.

Murió quemado por persistir en su fe y sus convicciones. Al igual que las tropas mecanizadas, que suelen encontrar su muerte en la hoguera del Vehículo de Combate, cuando son alcanzados por un proyectil enemigo en el cumplimiento de la misión.


1Las legiones romanas eran las organizaciones de combate básicas de infantería pesada y, como tales, comparten las características que distinguen a las tropas mecanizadas en la actualidad: se desplazaban grandes distancias embarcados (montados a caballo) o a pié para combatir cara a cara con el enemigo, estando protegidos por casco y escudo y portando armas arrojadizas (Pilum) y cortas (espada y puñal), para el combate cercano, tal cual lo hacen las tropas mecanizadas en los tiempos corrientes.

2“Gran Mártir”. Son denominados así aquellos mártires que sufrieron tormentos desmesurados al momento de su martirio.

3Ejemplo de algunos legionarios mártires en estas persecuciones son San Expedito, San Mauricio, San Martín de Tours, San Víctor de Marsella, etc.

4No confundir con SAN TEODORO DE HERACLEA, apodado “STRATELATES”, quien era General del Imperio Romano y también fue torturado y crucificado por defender su Fe cristiana. Murió decapitado el 8 de febrero de 319.

5El potro o ecúleo ​era un instrumento y un método de tortura en el que el acusado era atado de pies y manos a una superficie conectada a un torno (el potro). Al girar, el torno tiraba de las extremidades en sentidos diferentes, usualmente dislocándolas pero también pudiendo llegar a desmembrar.

Fuentes:

«Vidas de los Santos». Tomo XIII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916

https://www.vaticannews.va/es/santos.html
https://es.catholic.net/op/articulos/34839/teodoro-de-anasea-santo.html#modal
https://www.religionenlibertad.com/santo_de_hoy/60391/san-teodoro-amasea-martir-.html
http://www.meravigliedivenezia.it/es/objetos-virtuales/SPEC_08.html