Perfiles y Competencias del Conductor de Vehículo de Combate de Infantería Mecanizada

SA Miguel Ángel BRITEZ, R I Mec 12

En toda organización, se elaborarán distintos tipos de perfiles. Los más comunes se utilizarán en el ámbito de personal, para la selección de aquellos que deban desempeñar un rol o función, u ocupar un puesto o cargo, y en el ámbito de educación, para orientar el planeamiento, determinar los fines últimos de un proceso de capacitación, o establecer criterios de selección en el ingreso a una carrera o curso, entre los más comunes.

En los primeros, cobrarán vital importancia las condiciones que ya posea el personal considerado, entre otros aspectos: sus competencias, su experiencia previa y su potencialidad para el futuro rol a desempeñar. Se buscará el óptimo desempeño de las funciones, como así también a las tareas específicas que su rol de combate le exija.

Cuando hablamos de perfil, nos referimos al conjunto de capacidades y rasgos que identifican la formación de una persona, para asumir en condiciones óptimas las responsabilidades propias del desarrollo de funciones y tareas de su profesión. Algunas de ellas son: conocimientos generales, conocimientos técnicos, habilidades, actitudes que ostentan.

Cuando nos referimos a las competencias, son aquellas habilidades, capacidades y conocimientos que una persona tiene para cumplir eficientemente determinada tarea.

Desarrollo

La conservación del patrimonio rodante del Ejército es responsabilidad de todos los integrantes de la Fuerza, pero esa responsabilidad recae, en forma directa, sobre el personal de Conductores Motoristas, quienes tienen a su cargo la conducción de los vehículos.

La pericia de sus conductores permitirá alcanzar la movilidad necesaria requerida para ejercitaciones, operaciones y para el desenvolvimiento diario de cualquier elemento en su asiento de paz.

La misión de los conductores, en muchas oportunidades, será ardua, por tener que desempeñarse en circunstancias desfavorables y tener que resolverse en situaciones límites.

Por ello es muy importante la selección del personal; se deberá tener presente que sus características principales son: inteligencia, serenidad, fortaleza física, gran iniciativa, responsabilidad, buen discernimiento y espíritu de cuerpo.

Estas cualidades redundarán en que el personal, debidamente instruido y con la correspondiente habilidad adquirida, pueda cumplir con su función. El personal elegido para ser conductores deberá ser de físico adecuado, sólida moral, con hábitos moderados, ser despierto, inteligente  y tener buen discernimiento.

El esmero, la perseverancia y el empeño con que un Conductor de Vehículo de Combate de Infantería realice las actividades de mantenimiento, evitarán que se deban ejecutar innecesarios trabajos y se pierda tiempo, permitiendo disponer de un equipo sin fallas en la oportunidad en que se lo requiera.

Un conductor poco hábil y deficientemente instruido no sabrá apreciar ni aprovechar el terreno, perderá tiempo, correrá el riesgo de sufrir accidentes, etc., en forma tal que expondrá su vehículo a la destrucción o neutralización por la acción enemiga o del terreno.

El conductor deberá saber dónde queda su destino y qué clase de caminos habrá de seguir. Ello significa que el conductor deberá estar familiarizado con la manera de hallar un lugar en una carta militar, así como con los símbolos cartográficos que se usan comúnmente, debiendo conocer las diferentes formas de orientarse por medio de una carta topográfica.

Perfil

a. Tener Iniciativa.
b. Ser flexible y capaz de adaptarse a cualquier situación.
c. Poseer Resistencia física.
d. Capacidad de reacción.
e. Sentido de la responsabilidad.
f. Disposición para obedecer órdenes.
g. Capacidad de trabajar en equipo.
h. Resistencia, Fortaleza.
i. Trabajar bajo condiciones peligrosas.

Competencias

a. Capacidad para apreciar y analizar situaciones complejas. Los conductores serán mucho más cuidadosos en la zona de combate a causa de la variedad de modalidades tácticas del enemigo, sobre todo en el empleo de minas, armas antitanques, Tiradores especiales, blindados, fuerza aérea. A fin de evitar que se le cause daño a los vehículos y de aminorar las bajas.
b. Ejecutar diferentes procedimientos de combate.
c. Conducir el vehículo bajo el control del jefe de grupo.
d. Asumir las responsabilidades como jefe de vehículo.
e. Deberá tener un elevado espíritu ofensivo, razonamiento y una gran capacidad de resolución, acorde con las características, acorde con las características de la Infantería Mecanizada:

1) Rapidez.
2) Movilidad.
3) Potencia de fuego.

f. Capacidad para aprovechar el terreno sobre aquellos lugares del terreno que le permitan ubicar al VCI en diferentes posiciones.
g. Capacidad en la detección de blancos y observación de los disparos ejecutados por la ametralladora.
h. Capacidad para Emplear la Ametralladora del vehículo.
i. Capacidad para Emplear la radio del vehículo.
j. Capacidad en los procedimientos de navegación. Como:

1) Medición de distancias: Las cartas están dibujadas a escala, de manera que, al medir la distancia en ellas, se podrá conocer la distancia en el terreno.
2) Esquicios En ellos, solo se representa el camino que ha de seguir el conductor, será posible que solo tengan escalas aproximadas.
3) Signos cartográficos El conductor estudiará los signos que se representan en las cartas, a fin de reconocer las características del camino, puentes, vados, cruces ferroviarios, terrenos, etc.

k. Responsable del mantenimiento primario del vehículo.

Conclusiones

En primer lugar, tienen que ser muy valientes, casi no es necesario justificar esto, cualquiera se da cuenta. Porque meterse en un espacio muy pequeño y cerrado, casi sin vista  y poca ventilación, en el que caben apretados los conductores, ya denota una mentalidad poco común. Aquí sí que funciona aquello del corazón caliente y la cabeza fría.

Ardiente tienen que tener el corazón los conductores, amor a su patria, a sus camaradas. La cabeza absolutamente fría porque estar adentro de un vehículo mecanizado no es broma. Además tienen que ser muy eficientes desde el punto de vista profesional, porque deben cumplir cualquiera de las funciones en caso de necesidad, desde conducir el vehículo, tener conocimientos mecánicos, saber de tiro, cartografía, táctica, procedimientos de combate, ser capaces de mantener tranquila y unida a toda la tripulación.

Estar dentro de un vehículo de combate, una caja de metal cerrada, de la que poco se puede ver para aclarar una claustrofobia omnipresente y reforzada por el temor de acabar quemado.

Los sentidos humanos están limitados por la visión restringida, el olor del combustible y el aceite, ensordecidos por el ruido del motor y las orugas, el sabor en la boca de residuos ásperos de polvo y gases de escape. Dentro del vehículo y protegidos de los disparos del exterior se estaba expuesto a multitud de peligros como las partes calientes del motor, trozos de esquirlas o partes móviles.

Los diseñadores de los primeros ingenios blindados estaban obsesionados con la protección, con el blindaje e incluso por la potencia de fuego y la movilidad, y esto fue claramente en detrimento de la comodidad de las tripulaciones y las necesidades humanas, además requieren características físicas y psíquicas especiales: desde luego, deben ser hombres delgados, tener un gran equilibrio psíquico, un gran control del estrés, un buen sentido del humor para no enloquecer y, finalmente no tener ni un señal de claustrofobia.

En fin, que estos hombres no son corrientes, quizás haya algunos que consideran que solamente están para conducir el vehículo de combate de infantería mecanizada, pero con lo anterior mencionado, se necesita más que solamente conducir, se necesita valentía, heroísmo, aplomo, fortaleza, resistencia. No es para menos, se puede perder a su jefe de vehículo y en muchos casos tener que asumir las responsabilidades de su jefe en forma transitoria, en medio del combate.

Bibliografía

  • MFP – 51 – 10 Manual del Conductor Motorista.
  • ROP-01-11, La Sección de Infantería Mecanizada, Ed 2003.
  • MFD-51-05-I, Educación Profesional Militar TOMO 1, Ed 2007.